No eres indispensable

... No eres indispensable en el trabajo... personalismo laboral. Cuantas veces hemos escuchado algún conocido o nosotros mismos decir ...”llévatela tranquilo uno no es indispensable en la chamba tarde o temprano te dan una patada por detrás y que te llevas...nada". En lo personal no estoy muy de acuerdo, efectivamente cuando una persona renuncia, lo despiden se invalida o se muere... 3 días después llega su relevo, otro mejor o peor que él. La razón por la que no estoy de acuerdo radica en la manera de hacer las cosas, cuando te gusta lo que haces y además te pagan, dejas una huella particular imprimes tu "Yo", nadie hará el trabajo como lo hace uno, aunque existan los manuales de calidad, procesos documentados, no es igual el trabajo de A qué el de B; cuando se hizo un trabajo mediocre esto es lo que escuchamos cuando el puesto queda vacante... “Qué bueno que ya se fue el que llegó es excelente!!”... “Bendito se noto de inmediato el cambio”... Pero cuando la persona que se fue era lo contrario digamos imprimió su YO en la labor diaria, hablaríamos entonces del relevo de la siguiente manera ..."le quedo grande el zapato"... “No hemos podido llenar el hueco”...”van 3 candidatos y ninguno tiene patas para gallo”... lo encuentran en la calle y la primera frase después del hola ¿cómo estas?…”te extrañamos no hemos encontrado alguien con las cualidades dejaste un gran hueco…” que bonito se siente, si te ha pasado felicidades, dejaste huella no solo en la empresa si no en tus compañeros y colaboradores. La próxima vez que escuches “bah! no te preocupes… para que tanto empeño… nadie es indispensable…pronto encontraran alguien que haga mejor las cosas que tú…” piénsalo bien y mejor cambia el sentido …”¡si! quizá cuando me vaya de aquí.. al día siguiente tengan a mi relevo, buen perfil, mejores estudios...pero de algo estoy segura que no realizará el trabajo con la intensidad, el alma, la pasión, la visión y el cariño con el que lo hacía yo, porque los años que estuve aquí me dieron la oportunidad de imprimir mi YO en cada una de las jornadas diarias, de conocer a cada uno de mis clientes internos, me di cuenta de que si no hacia lo que me tocaba el otro no podría hacer bien su parte, y al final alguien se vería afectando: un grupo de niños porque no tuvieron a su maestro en tiempo, los enfermos porque no llego la enfermera de turno, por que quien hace los roles no lo hizo bien, el producto que no llego a tiempo… el curso no inicio a tiempo porque el material no estaba terminado etc, etc. ¡Sí, no somos indispensables! pero marquemos la diferencia en nuestro trabajo porque al final siempre queda la satisfacción del deber cumplido y cuando menos te lo imaginas, de quien menos te lo esperas recibirás una sonrisa seguida de la palabra Gracias.