Medalla de Honor
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Belisario Domínguez, dice la historia oficial, es el icono de la democracia en nuestro país, desde su participación como ciudadano excepcional al frente del H. Ayuntamiento de Comitán Chiapas, cargo que asumió por demanda popular, y su posterior quehacer político en la cámara de senadores de nuestro país, se vio siempre enmarcado en un contexto de búsqueda permanente del bien común, de progreso para su nación y derechos para los mexicanos, todos estos plasmados de manera explicita en la demanda publica realizada desde la tribuna de la cámara de senadores, en su famoso discurso del 17 de septiembre de 1913 en contra del presidente Victoriano Huerta, ha sido modelo de lo que una mexicano preocupado por su nación debiera ser.
En su honor y con la mejor intención de reconocer los esfuerzos de los mexicanos excepcionales, que con su ciencia o virtud han realizado con sus vidas esfuerzos y obtenido logros trascendentes por el progreso integral de la nación y de los habitantes de la patria, el Senado de la Republica otorga año cono año la presea “Medalla Belisario Domínguez”
Por un motivo aun no esclarecido por la “comisión de la medalla de Honor Belisario Domínguez” la convocatoria para este año fue aplazada para cerrar hasta el 30 de octubre. Sin embargo esta ampliación del periodo de recepción de postulación de candidatos para recibir la medalla de honor, esta ligada a la publicación que change.org ha realizado con la intención de proponer a Gonzalo Rivas como merecedor de la maximiza distinción que otorga el estado mexicano.
Gonzalo Miguel Rivas Cámara, un ingeniero en informática, que realizaba labores de mantenimiento de equipo de computo en la gasolinera Eva, ubicada en la autopista México-Acapulco, el 12 de diciembre de 2011, presencio como una de las bombas de gasolina de la estación entro en llamas por un fuego provocado.
Dejando sus labores, alertó a todos los presentes de lo sucedido, ayudó a evacuar a cuantas personas pudo y luego tomo en sus manos un extintor y a diferencia de todos, –no puedo asegurar que sin temor, pero sí, con toda la intensión de salvar a cuantos fuera posible- corrió directo hacia el origen del fuego, e intento apagarlo.
Minutos más tarde, logro su cometido, pudo extinguir el fuego, y así salvar la vida de las muchas personas que a bordo de los autobuses transitaban ese día por la autopista, de los trabajadores de la caseta de peaje y de lo trabajadores de la estación gasolinera y de las muchas personas que sin saberlo, ese día serian salvadas por un acto de nobleza.
Sin embargo, Gonzalo, en su acto heroico, sufrió de quemaduras severas, que lo llevaron a una estancia agónica en el hospital traumatología y ortopedia de Lomas Verdes, en el que tres semanas después de haber salvado cientos de vidas, perdió la la suya.
El reconocimiento de Gonzalo Rivas, esta salpicado por el conflicto de normalistas y gobierno federal, ya que los actos vandálicos de los supuestos estudiantes de las normales causaron el incendio de la estación de gasolina el 12 de diciembre de 2011, por otra parte, el reconocimiento de actos heroicos de personas comunes, llenas de virtud y de amor por sus semejantes, engrandecen y reconfortan la conciencia, la valentía y la decisión de cada uno de nosotros por hacer lo correcto, exalta la virtud y la generosidad. Pues nadie merece mayor honor que aquel que da la vida por los demás.
Iván García.